Desde la licenciatura hasta la vida profesional, si hay algo de lo que no te vas a escapar en esta área, es de la curva de calibración.

Y aunque parezca algo sencillo, la forma en que se planifica, se prepara y se procesan los datos determinará la interpretación final… lo que puede impactar directamente en tu reporte, tu tesis o tu trabajo.

Concretamente, al trabajar con curvas de calibración lo que buscamos es determinar la concentración de “algo”: elementos químicos como Mg, Sr, Ba, y un largo etcétera. Para lograrlo, vamos a necesitar algunas cosas, así que aquí te va la receta:

🧪 Ingredientes:

  • Una solución con concentraciones conocidas de los elementos de interés.
  • Un blanco.
  • Muestras problema.
  • Calculadora o Excel (jiji).
  • Un equipo que sea capaz de detectar nuestros elementos objetivo.

Pero llegar a tener todos estos ingredientes —especialmente cuando estás comenzando— no siempre es tan sencillo. Por eso, antes de ensuciarnos las manos, vamos a preparar el terreno: la planificación.

📋 Planificación

Solución con concentraciones conocidas:
Usualmente se utiliza una solución comercial, que puede ser multielemental (con varios elementos) o monoelemental (solo uno). Estas soluciones vienen acompañadas de un certificado que indica las concentraciones presentes.
Dependiendo de lo que necesites, pueden ser costosas o, si son importadas, tardar un buen tiempo en llegar.

El blanco:
Aquí es clave asegurarnos de que las condiciones del laboratorio permitan diferenciar con claridad lo que queremos medir.
Ejemplo: si buscamos saber cuánto lantano (La, una de las tierras raras) tiene una muestra, todos los materiales y reactivos con los que trabajemos deben estar libres de este elemento.
Suele usarse un ácido diluido como el ácido nítrico al 2%.

Muestras problema:
Sí, esas son la razón por la que estás en el laboratorio. Si no las vas a preparar tú, asegúrate de contactar a la persona encargada para conocer las condiciones de entrega.
Y si tú sí vas a prepararlas, investiga primero: revisa artículos, tesis, o reportes previos para tener una idea de qué concentraciones esperar. Esto te ayudará a evitar que tus muestras queden fuera del rango de detección del equipo.


🔧 Preparación

Si estás empezando, lo más común es que alguien más esté a cargo de esta parte. Pero eso no significa que debas estar solo mirando sin involucrarte (y peor aún, que después no recuerdes nada).
Aquí van unos tips que te pueden ayudar desde ya:

  • Bitácora:
    ¡Siempre lleva una! Será tu mejor aliada, incluso años después. Registra todo: fecha, actividades, pasos del procedimiento, nombres de reactivos, de dónde los tomaste, todo. Literal, todo.
  • Pregunta:
    No tengas pena. Pregunta por qué se hace cada paso, qué pasaría si se hiciera en otro orden, o con otros reactivos.
  • No temas equivocarte:
    Sí, estos procedimientos implican recursos, tiempo y esfuerzo. Pero equivocarse forma parte del aprendizaje. Si tienes la oportunidad de hacer algo tú mismo, ¡no la desaproveches!

Hasta aquí llegamos con la Parte 1 de esta serie sobre la curva de calibración.

¿Has tenido alguna experiencia con curvas de calibración? ¿Te gustaría saber más sobre alguna parte del proceso? ¡Escríbeme o déjalo en los comentarios!

Nos leemos pronto 😉

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